Aves

La sabana de Africa es el paraiso de los buitres, todos los viajeros que han atravesado las altiplanicies, recuerdan, imprsionados, los festines de los grandes carroñeros alados.

El aspecto de los buitres, su plumaje pardusco y poco llamativo, su gran tamaño, sus cuellos y cabezas cubiertas de ralo plumón o de carúnculas y excrecencias carnosas de tonos sonrosados y violáceos, sorprende desagradablemente a quien los contempla por primera vez, despertando una cierta animadversión que, sin embargo, resulta totalmente injustificada porque estas aves son una auténtica policía sanitaria de la naturaleza que limpia el campo de cadáveres y carroña. Pero lo que más llama la atención en el comportaminto y aptitudes de los buitres es su asombrosa facilidad para descubrir los cuerpos de los animales muertos que les sirven de alimento.