miércoles, 18 de marzo de 2009

lo que contamina el medio...


No importa que es lo que producen. Tampoco donde arrojan sus residuos. Muchos menos si forman o no parte del cuestionado Plan de Producción Limpia. Por lo menos, 60 fábricas provinciales despiden sus desechos a cursos de agua con valores contaminantes que superan hasta las normas provinciales las cuales lejos están de caracterizarse por su rigidez.
La alarmante cifra se desprende del expediente (866/44) elaborado por el Siprosa y girado a la comisión de Medio Ambiente de la Legislatura en base a estudios realizados a los efluentes industriales entre los años 2004 y 2005. En el informe se detalla adonde van a parar los residuos, la cantidad de carga contaminante de los mismos y cuáles son los niveles tolerados de daño ambiental que se violaron en base a lo establecido por el Siprosa a través de la resolución 1.265 del año 2003.
De acuerdo a los análisis efectuados de los efluentes industriales los ingenios Santa Bárbara (al río Chico), La Trinidad (al río Gastona), Ñuñorco (al río Pueblo Viejo), Bella Vista (al río Salí)), La Fronterita (a diferentes cursos) y el Concepción (al Salí) serían los que más carga contaminante (DBO) arrojan por día a diferentes cursos de agua de agua naturales. Se estima que cada uno de ellos arroja más de 100 mil kilos de DBO por día a los ríos provinciales.
El DBO es la cantidad de oxígeno que necesitan las bacterias para degradar y estabilizar la materia orgánica en condiciones anaeróbicas. La materia orgánica arrojada a los cursos de agua es un alimento para los microorganismos presentes. Así, a mayor actividad de las bacterias mayor consumo de oxigeno.
En concordancia con este estudio, la Universidad Tecnológica Nacional de Tucumán (UTN) a través de su Centro de Investigación de Ingeniería Ambiental demostró que los principales fábricas contaminantes son los ingenios con un porcentaje del 60 por ciento del total de efluentes dañinos que van a parar a la cuenca Salí Dulce. Le siguen las papeleras con un 15 por ciento y las citrícolas con un 3 por ciento.
Paradójicamente, de las 60 fábricas inspeccionadas, 22 se encuentran adheridas al polémico Plan de Producción Limpia que aplica el Gobierno para internar disminuir la contaminación ambiental en forma progresiva. Este plan establece niveles de contaminación regidos a través de la mencionada resolución 1.265 del Siprosa.
Sin embargo, estos parámetros, que son vulnerados por la mayoría de las industrias locales, lejos están de los niveles tolerables de contaminación que establece la Nación mediante la ley 24.051 sobre residuos peligrosos. Esto es uno de los aspectos más cuestionados por el fiscal general federal de Tucumán, Gustavo Gómez en cuanto a la constante defensa que hacen los empresarios contaminantes a la hora de dar explicaciones (violan leyes nacionales apelando al supuesto cumplimiento normas provinciales) sobre por qué sus industrias dañan al medio ambiente.
Por este motivo, en el seno de la comisión de Medio Ambiente de la Legislatura, ya se estudia un proyecto de ley tendiente a ajustar los permisivos niveles de contaminación del Plan de Producción Limpia a las disposiciones nacionales dejando así en la ilegalidad (de hecho ya lo están) prácticamente a casi todas las industrias tucumanas.
Fuente: Primerafuente. Portal de Asociación de Prensa de Tucumán (APT-CTA).

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